Fue uno de los años más extraños para nosotros porque pasamos de una vendimia espectacular desde el punto de vista de la maduración y calidad general, a la catástrofe causada por un tornado que nos voló varios techos, y tumbó varias filas de viña. El tornado pasó el 10 de marzo de 2002, donde por suerte solo quedaba un 10 % de la cosecha por hacer, afectando una parte del Cabernet Sauvignon y unas pocas variedades tardías más.

Hasta ese momento el clima fue muy favorable, con un invierno normal en lluvias y frío, generando una adecuada reserva de agua en el suelo, la primavera empezó fresca y normal en lluvias, en octubre y noviembre las precipitaciones fueron 21 % mayores a la normal climática. Desde diciembre y durante todo el verano las lluvias fueron deficientes, generando un estrés hídrico moderado en la viña, con menos de la mitad de lo usual en el período de maduración, las temperaturas fueron normales a un poco cálidas, lo que provocó un adelantó en la maduración, con condiciones de concentración y evolución polifenólicas espectaculares, gracias a este adelantamiento al momento del tornado ya habíamos cosechado el 90 % de las uvas